Los recursos naturales son del pueblo


La Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) puso en marcha una campaña informativa a los pobladores de la Costa Chica y Montaña, información relacionada a las actividades de las mineras que se encuentran en estas zonas, ya que dichas empresas, de origen canadiense e inglesa, pretende explotar las minas “a cielo abierto”[1] sin la aprobación de los comuneros. Cabe mencionar, que en estas zonas se caracterizan por los yacimientos ricos zinc, oro y plata.

La explotación de estos recursos implicaría la contaminación de los ríos y manantiales, la concesión de miles de hectáreas ubicadas en los municipios de Tlacoapa, Malinaltepec, Paraje Montero y San Luis Acatlán. La acumulación del capital, la explotación de los recursos naturales.  Es evidente que el Estado –o los  Estados- capitalistas en la actualidad no representan los intereses del conjunto de la población, es decir, del bien común. El Estado capitalista representa los intereses económicos  de los sectores que ostentan el poder político-económico. Para nadie es ninguna novedad, que la acumulación por parte de un sector social se basa en la apropiación de la riqueza y en una distribución desigual y, con ello, la construcción de sectores ricos y pobres.    

La CRAC como organización popular, que pretende el surgimiento de un sistema de seguridad, justicia y reeducación comunitaria, se ha dado a la tarea de apoyar a las comunidades aledañas en dichas minas con la finalidad de fortalecer la seguridad pública y de informar a las comunidades de lo que sucede. Es importante destacar, que junto a la CRAC se han unido alrededor de 100 comunidades las cuales no se rigen por los estatutos de la CRAC, mostrando su unidad y preocupación en torno a la destrucción de su medio.

Es preciso señalar, que la CRAC junto a las comunidades de Guerrero han empezado una ardua batalla en defensa de sus derechos, su tierra, su historia y su vida. El uso y disfrute de los recursos naturales y el Derecho a la Cultura indígena son elementos que deben ser reconocidos por las autoridades federales y locales. 

La proliferación de movimientos sociales en defensa de los derechos humanos dentro y fuera del país, que ha iniciado desde los pueblos, la sociedad civil y el surgimiento de nuevos actores sociales, son reflejo del debilitamiento del fundamentalismo neoliberal, la desacreditación del mercado como garante del bienestar social.

Hoy vivimos ante un tipo de darwinismo social cuyas consecuencias son la condenación de nuestros pueblos al hambre, y a la pobreza.   

Por último, con la frase El respeto a nuestros derechos, será justicia hacemos un llamado para comprender la situación que estamos viviendo en el país y reflexionemos sobre fijar una postura como sociedad civil y, sobre todo, estudiantes de Trabajo Social.

Me despido dedicando esta humilde nota y enviando un fuerte abrazo y toda mi admiración a la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias y a las comunidades de Guerrero dignas de imitar.      

Òscar Gutiérrez


[1] Los proyectos a cielo abierto implica aplanar los cerros con la finalidad de vaciarlos para la obtención de plata y oro.