Dentro de la mesa redonda Políticas sectoriales, Natividad Almanza, profesora de
Basada en la experiencia del trabajador social dentro del Instituto Mexicano de Seguro Social, Almanza señaló importante dilucidar los discursos y las intervenciones del trabajador social, ya que estos se encuentran insertos en un paradigma biomédico.
Este paradigma biomédico se ve reflejado al “identificar a las personas como pacientes, es decir, como pasivos”. Según la profesora, este término es del siglo XII y aun sigue muy vigente.
De igual forma, hace la crítica a estas concepciones al considerar que “el trabajador social está subordinado a los saberes médicos”. Por lo cual, “siendo un auxiliar del médico, el trabajador social explicará a las personas lo que no lograron entender” de las consultas, tratando a las personas como ignorantes.
Es por esta situación que la profesora de
De forma clara y sin soslayar sus fundamentos, Almanza señala que los trabajadores sociales resultan ser “ejecutores administrativos que se olvidan del objeto de intervención”, ya que se preocupan más por satisfacer los procedimientos burocráticos que por atender la enfermedad de las personas. En este contexto, “el trabajador social atiende los problemas de orden administrativo, no lo social”.
Mientras tanto, la persona afectada además de preocuparse por su enfermedad, se preocupa por ser atendida y satisfacer los protocolos administrativos de las instituciones.