Ante la pregunta central del panel magistral ¿Es la intervención objeto de la disciplina?,
Señaló la importancia de considerar la intervención como el eje rector del Trabajo Social, considerándolo siempre “como un proceso en el cual la relación sujeto – objeto es indivisible”.
Dicho proceso debe “ser comprendido en un contexto sociopolítico especifico”, en el que “sujeto (trabajador social) y objeto (intervención) mantienen una relación dialéctica.”
Sin embargo,
Retomando a Zizek, Sandra Mancinas señala que “hacemos la práctica bajo el capitalismo cultural”, concepto que remite a “la aplicación de ‘buenas ideas’, donde las diferencias ideológicas no son importantes” y que sólo apela a “aplicar ideas que funcionen, nuevas ideas bajo distintas formas de caridad”.
Ante esto,
Por ello, Mancinas enfatiza que “nuestra intervención es necesariamente política” y que para fortalecerla debe estar “defendida bajo una perspectiva teórica – metodológica, en la que la teoría y la práctica se necesitan una a la otra”.
Reconociendo este panorama,